viernes, 17 de febrero de 2012

Dificultades para comprar alcohol

Los adolescentes pueden adquirir bebidas alcohólicas sin problemas a pesar de la prohibición existente en España, aunque hay ciudades más permisivas como Valencia y Granada y otras, como Madrid, en las que los menores se encuentran con más trabas.
Esta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) con el objetivo de comprobar si se vende alcohol (cerveza y whisky) a menores de edad, presentado este miércoles, y que ha sido remitido al Ministerio de Sanidad y Consumo, a las comunidades autónomas y a los grupos parlamentarios.
Para ello, seis adolescentes de entre 15 y 17 años -cada uno de ellos seguido de cerca por un adulto que servía de testigo- visitaron 123 establecimientos en zonas de gran afluencia juvenil de Barcelona, Bilbao, Granada, Madrid, Valencia y Valladolid, en los que debían comprar o pedir cerveza o whisky.
El estudio destaca que la oferta de cerveza a jóvenes es mayor que la de whisky y que, aunque no hay gran diferencia entre los distintos tipos de establecimientos, es "significativo" que haya más trabas en los bares de las zonas de marcha, según la portavoz de la OCU, Iliana Izverniceanu.
Dos test: cerveza y whisky
En el caso de la cerveza, en el 81% de los establecimientos se sirvió esta bebida a los menores, que encontraron menos problemas en las tiendas de 24 horas (87%), los supermercados (85%) y los de comida rápida (83%) y menos facilidades en los bares (68%).
En cuanto a las ciudades, Madrid es donde los menores encontraron más dificultades para encontrar cerveza (un 61%), frente a Granada (95%), Valencia (93%) y Barcelona (92%), Valladolid y Bilbao (74% en las dos).
Por lo que respecta al whisky, los adolescentes no tuvieron problemas para acceder a esta bebida alcohólica en un 67% de los establecimientos, si bien encontraron más facilidades en los bazares -tiendas regentadas por orientales y de frutos secos-, y menos en las tiendas de 24 horas. También en este caso, Madrid es la ciudad que menos whisky vendió a los menores (33%) y Valencia resultó ser la más permisiva (92%).
Mónica Cabagna, técnico del estudio, ha explicado que la encuesta realizada en Madrid coincidió con un periodo de mucha actividad policial, aunque ha dicho que desconocía si esa mayor vigilancia es una situación regular o no.
El estudio pone también de relieve que casi la mitad (48%) de los establecimientos visitados no exhiben el cartel obligatorio de prohibición de vender o dispensar alcohol a menores o no está visible, y es en Bilbao donde esto ocurre con más frecuencia.
Ninguna pregunta sobre la edad en Valencia o Barcelona
También es escaso el porcentaje de establecimientos en los que se pide al menor el DNI o se pregunta su edad. Sólo en un 13% se llevó a cabo esta sencilla solicitud en el caso de la cerveza y en un 26% en el del whisky, lo que, según la OCU, demuestra que "la vigilancia es mínima".
Como dato significativo, el estudio destaca que en ningún establecimiento de Valencia y Barcelona se pidió el DNI cuando los menores intentaron comprar cerveza o whisky, así como en ninguno de Granada al adquirir cerveza.
Ante estos resultados, la OCU ha pedido más control e inspecciones en los locales donde se venden o se consumen debidas alcohólicas, más inversión en educación y prevención, más restricciones para la publicidad y un incremento de los precios.



Los jóvenes españoles empiezan a consumir alcohol entre los 13 y los 14 años

Los jóvenes españoles empiezan a consumir alcohol entre los 13 y los 14 años
Según el estudio presentado por la catedrática de Teoría de la Educación Petra Pérez, sólo el 52% de los padres aborda el problema del alcohol con sus hijos.
EUROPA PRESS Los padres consideran que el alcohol es el segundo problema que tiene la juventud en España, y sin embargo, sólo el 52 por ciento habla de este problema con sus hijos.

La catedrática de Teoría de la Educación y directora del Instituto de Creatividad e Innovaciones Educativas de la Universitat de València, Petra Pérez, presentó esta mañana la guía 'Los padres tienen la palabra', que pretende ofrecer unas pautas de educación sobre el consumo de alcohol dirigidas a niños de 6 a 13 años.






La experta indicó que la falta comunicación se genera para "evitar un conflicto", porque los padres no quieren hacer "malos pronósticos, buscan la deseabilidad social" y prefieren no abordar el problema para no tener que ser conscientes de que éste existe.

Esta actitud se asocia a que los progenitores consideran que no son responsables del 'botellón', sino que éste es un problema cuya solución compete a las administraciones. Asimismo, según la catedrática, los hijos de padres muy autoritarios y también los permisivos abusan más del alcohol.

La experta aseguró que el consumo de alcohol en los jóvenes es un problema en toda Europa, y especificó que en España se asocia al fenómeno del 'botellón'.

Según los datos del Plan Nacional sobre Drogas de 2007, el 75 por ciento de los estudiantes entre 14 y 18 años habían consumido bebidas alcohólicas en el último año, concentrándose mucho en el fin de semana. Además, un 38 por ciento de menores entre 16 y 18 años practica el botellón.

La edad media de inicio en el consumo son los 13,8 años. La edad "ideal" para empezar a hablar con los hijos sobre el consumo de alcohol va desde los 9 a los 11 años, aunque la guía propone actuar desde los 6 años para fomentar la prevención a una edad temprana más que en la adolescencia, por su esencia "trasgresora" y su carácter "hermético".

De este modo, hay que explicarles que beber moderadamente productos fermentados, como cerveza o vino, puede ser una conducta positiva en adultos sanos, pero los menores de edad no deben consumir ninguna bebida alcohólica y, en la edad adulta, deben aprender a discernir entre un consumo responsable y uno abusivo.

A los jóvenes hay que explicarles que el consumo de alcohol puede provocar que envejezcan antes y que pueden desarrollar patologías derivadas del abuso del alcohol y que eviten las falsas creencias, como que el alcohol hace olvidar los problemas, hace que sea más fácil relacionarse, da seguridad.

A su juicio, hay que huir del mito de querer ser amigo de nuestros hijos, porque ellos "no necesitan ni quieren que seamos sus amigos" sino "que seamos buenos padres y madres, necesitan de nuestra autoridad, que no es autoritarismo".

La idea es fomentar la asertividad, la autoestima, el autocontrol enseñarles a superar la frustración y retrasar la gratificación para aprender a tolerar la frustración.

Cáncer de pulmón, ECV



viernes, 3 de febrero de 2012

Pero, ¿Que?, ¿Cuánto? y ¿Cómo consumen nuestros adolescentes?

• Los períodos de bebida se suelen concentrar durante el fin de semana o en períodos festivos, lo que ello conlleva a alteraciones del orden público o a accidentes de tráfico.
• Suelen beber cerveza entre semana y bebidas de alta graduación (combinados) durante los fines de semana. Estas últimas son las preferidas de los jóvenes.
• Consumen alcohol fuera de casa y en espacios donde se producen las relaciones sociales entre los jóvenes.
• Por último, sus creencias predominantes sobre el alcohol siguen destacando sus “efectos positivos”, los cuales hemos visto anteriormente, dejando los aspectos negativos “para los demás” y pensando “eso no me pasará a mí”.
Una vez analizadas las causas de por qué consumen alcohol los jóvenes y el modo en que lo hacen, conviene recordar qué efectos tiene el alcohol sobre ellos:




• El alcohol produce múltiples problemas físicos y psicológicos aunque se tome “sólo los fines de semana”.
• Como tiene efecto directo sobre el cerebro reduce la concentración y los reflejos, afectando el rendimiento escolar del adolescente.
• También produce síntomas físicos ya que afecta al hígado y al estómago, aumenta el riesgo de muerte o invalidez por accidente de tráfico, y aumenta el riesgo de contactos sexuales precoces y así los embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual.
• Además, si el alcohol se usa como forma de disminuir la ansiedad social, el adolescente se acostumbra a manejar su ansiedad y sus problemas utilizando alcohol, y no aprende a resolverlos por sí mismo.
• Por ello el alcohol detiene o retrasa el desarrollo psicológico normal del adolescente.

Alcoholismo en jóvenes

Hoy día son muchos los elementos que provocan el consumo abusivo de alcohol por parte de los jóvenes.
Para ellos el alcohol no es un líquido que produce adicción, por eso no lo ven como algo peligroso para su bien físico y sicológico. El alcohol los impulsa a desinhibirse, animarse a realizar actos que estando sobrios no harían y sobre todo con mayor autoestima frente al sexo opuesto.

Esta condición crece más que nada en la época de verano y vacaciones, dado que es la fecha del año en la que no tienen la obligación de mantenerse sobrios y atentos para los trabajos escolares y liceales.
El consumo abusivo de alcohol es altamente preocupante dado que sus consecuencias sociales y familiares son grabes. Estos se relacionan con problemas físicos, sicológicos, digestivos y decenas de otros que ya hemos nombrado en nuestro pasado apartado.




La mezcla de 2 productos como son los jóvenes y el alcohol en un fin de semana es mucho más peligrosa aun. A raíz del consumo abusivo del alcohol puede aparecer el consumo de otras sustancias (drogas, estimulantes) y como resultado el sexo no planificado, que tiene como resultado en muchos de los casos la contracción de VIH o embarazos no deseados.
Para poder disminuir el consumo de alcohol en los jóvenes sería necesario informar mas y tratar de prevenir realizando intervenciones en los periodos de verano a través de campañas de concientizaciones e información acerca del tema Alcoholismo y sus consecuencias reales.

Efectos del alcohol

• El alcohol es adictivo para todos y cuando se inicia su consumo antes de los 18 años aumenta 5 veces la probabilidad de que se genere una adicción.
• Los adolescentes corren un riesgo mayor que los adultos a desarrollar enfermedades como la cirrosis del hígado, pancreatitis, infartos hemorrágicos y algunas formas de cáncer.
• Los adolescentes que consumen alcohol están más expuestos a iniciar actividad sexual temprana, situación que los expone a un mayor riesgo de contagio con el virus del SIDA, las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados. De igual modo, incrementan la probabilidad de verse afectados por la impotencia y la disfunción eréctil.
• Los adolescentes que abusan del alcohol son 4 veces más vulnerables a la depresión severa que aquellos que no tienen un problema de alcohol.






• El consumo de alcohol entre adolescentes ha sido asociado con muertes por suicidio y accidentes de tránsito.
• Al ser un depresor del sistema nervioso central, lentifica funciones cognoscitivas (percepción y juicio), motoras (equilibrio y reflejos), y emocionales (sensatez y madurez).
• El alcohol afecta la absorción de nutrientes en el intestino delgado siendo esto contraproducente para el período de crecimiento en el que se encuentran los adolescentes.
• El alcohol incrementa la vulnerabilidad de los jóvenes frente al consumo de otras sustancias adictivas.
• Existe una correlación importante entre el consumo de alcohol y la violencia. Como efecto de la embriaguez no se piensa en las consecuencias de los actos o estas dejan de importar y el bloqueo de las funciones frontales del cerebro incrementa la agresividad. Pueden involucrarse en riñas callejeras, en pandillas y en actividades delictivas.
• El inicio de consumo de alcohol en la adolescencia incrementa 4 veces la probabilidad de padecer trastornos de personalidad e incrementa al doble el riesgo de ser alcohólico antes de los 24 años.

Alcohol en jóvenes

La accesibilidad de los jóvenes a las bebidas alcohólicas es cada vez mayor, a pesar de las prohibiciones impuestas de su venta a menores. La edad media de inicio en el consumo de alcohol entre los escolares, según los datos de la Encuesta sobre Drogas a la Población Escolar 1998 (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas), es de 13.6 años, y la edad media de inicio de consumo semanal se sitúa en los 14.9 años, según esta fuente las chicas registran mayor prevalencia de consumo de alcohol, aunque en cantidades menores. El 84.2% de los escolares ha consumido alcohol en alguna ocasión y el 43.9% consume al menos una vez a la semana. En cuanto a los episodios de embriaguez el 41% de los escolares se han emborrachado en alguna ocasión y el 23.6% en el último mes.




¿Por qué consumen?

 Es un modo de "ponerse alegre", "alcanzar el punto".
 Forma de búsqueda de afiliación, con imitación de conductas, con consumo que a veces se impone desde el propio grupo de amigos en el que se participa.
 Presión social, a veces producida desde la publicidad.
 Desinhibición, superación de la vergüenza.
 El consumo actuaría como un modelo de imitación y expresividad de la edad adulta.

Qué, cuanto y cómo consumen
Concentración de los períodos de bebida durante el fin de semana o períodos festivos, con incremento de "borracheras", y lo que ello conlleva como alteraciones del orden público o accidentes de tráfico.
Progresivo descenso de la edad de inicio de consumo de bebidas alcohólicas, que según algunos estudios, se localiza sobre los 12 años, aunque es en torno a los 16 años donde se produce una modificación de las pautas de consumo
. La cerveza (entre semana) y las bebidas de alta graduación "combinados" (los fines de semana) encabezan el ránking de bebidas preferidas entre los jóvenes.
En el entorno adolescente y juvenil el consumo de alcohol se suele producir fuera de casa y en espacios donde se producen las relaciones sociales de los jóvenes. Así mientras el consumo se produce en lugares donde hay relaciones entre iguales, hay una ausencia de consumo en el contexto familiar.
Las creencias predominantes sobre el alcohol siguen destacando sus "efectos positivos" como hemos visto anteriormente, dejando los aspectos negativos "para los demás"("eso no me pasará a mí").

viernes, 20 de enero de 2012

Más de la mitad de los padres españoles permiten que sus hijos adolescentes fumen.

Más de la mitad de los adolescentes y jóvenes de entre 12 y 20 años que fuman aseguran que sus progenitores se lo permiten, más las madres (64,5 por ciento) que los padres (52 por ciento)

Aparte, uno de cada tres progenitores desconoce que los hijos fuman habitualmente o esporádicamente, según un estudio de la Fundación Pfizer basado en 800 entrevistas telefónicas realizadas en julio a chicos de ambos sexos de esas edades y otras tantas a sus padres, a los que se preguntó qué pensaban de la actitud de sus hijos sobre el tabaco.

Tanto hijos (84,2 por ciento) como padres (77,7 por ciento) consideran positiva la ley antitabaco, y un tercio de ambos creen que ha contribuido a reducir el consumo juvenil. Cerca del 30 por ciento de los muchachos son fumadores o lo han sido, algo que desconoce casi la mitad de los padres.

Los hijos declaran una edad media de inicio de 13,9 años, antes los varones que las mujeres, si bien los padres creen que es a los 15, y el consumo se quintuplica a partir de los 16 años, con un índice mayor en las chicas. La mayoría de los muchachos (45,6 por ciento) desearía dejar el tabaco y al 36,5 por ciento le gustaría fumar menos en el plazo de 12 meses, más ellas que ellos.

El entorno, clave para evitar el tabaquismo

La influencia del entorno social es el motivo principal para empezar a fumar, en particular los amigos, según declara el 52,9 por ciento de los chicos, mientras que para dejarlo aducen que no les gusta (50,5 por ciento), que es malo para salud (40,3 por ciento) o por ahorrar (17,1 por ciento). No obstante, sólo el 3,6 por ciento asegura que le haya influido para comenzar a fumar que lo hicieran sus padres.

Sólo el 3,6% asegura que le ha influido para comenzar a fumar que lo hicieran sus padres.




Si se trata de reducir el consumo, el 71,6 por ciento cita también la salud y el 33,8 por ciento el ahorro. Tanto hijos (86,8 por ciento) como padres (72,9 por ciento) están de acuerdo en que el consumo entre jóvenes aumentaría si el tabaco fuera más barato.

Entre los que no han fumado nunca, el 56,3 por ciento indica que le ha llamado la atención y el 42,9 por ciento que hacerlo no es saludable. Además de esas razones, el 17,9 por ciento de los padres destaca que en casa no fuma nadie y un 8,4 por ciento lo atribuyen a la educación preventiva.

Más de la mitad de los jóvenes conviven en casa con algún fumador y casi tres de cada 10 están expuestos al humo del tabaco dentro del domicilio familiar. A un 42 por ciento de los jóvenes les molesta que se fume dentro de la casa.

En cuanto a los padres que consienten que los hijos fumen, la permisividad es mayor de las madres que de los padres y de si se trata de hijos que de hijas. Cerca del 40 por ciento de padres y madres ponen la condición de que no sea en casa. Por el contrario, la mayoría de padres se opondrían a que un hijo no fumador se iniciase en el tabaco y más del 80 por ciento de los chicos cumpliría la prohibición de los padres.

Tabaco falsificado

Tabaco falsificado

En el sector se atribuye la caída a las consecuencias que tuvo en el mercado la "brutal" subida de impuestos aplicada en diciembre de 2010, que han roto con la idea de que la demanda de tabaco es inelástica.




El comercio ilícito del tabaco representa en torno al 7% del mercadoSegún las mismas fuentes, con la subida de precios los fumadores no dejan de comprar tabaco, sino que trasladan su consumo a otras categorías más baratas, como el tabaco de liar o de pipa, o al producto falsificado y de contrabando.




La industria advierte de que tras el último alza fiscal se ha incrementado de forma destacable el comercio ilícito, que ya representa en torno al 7% del mercado (cinco puntos corresponden al contrabando y dos puntos al tabaco falsificado).



Las ventas de cigarrillos cayeron en 2011 por tercer año consecutivo, aunque de forma más acusada, tras descensos del 9,9% en 2009 y del 10,97% en 2010.

La Recaudación por tabaco.

El Estado redujo en alrededor de 338 millones de euros la recaudación por el IVA y los impuestos especiales que gravan los cigarrillos en 2011.

Esto supone la primera caída de los ingresos derivados del tabaco en 25 años, según fuentes del sector.

La recaudación derivada de los impuestos especiales bajó un 4,1%La bajada se produce en un ejercicio en el que las ventas de cigarrillos retrocedieron un 16,5%.




En un contexto de crisis marcado además por la subida de impuestos de diciembre de 2010, el endurecimiento de la Ley antitabaco y la 'guerra de precios' entre las grandes tabaqueras.

En concreto, la recaudación derivada de los impuestos especiales bajó un 4,1% respecto al año anterior, hasta 7.260 millones de euros, mientras que los ingresos derivados del IVA descendieron un 1,7%, hasta 1.697 millones, según las estimaciones que maneja la industria.
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